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Articles by Tim Gustafson

Engreimiento inherente


«¿Quién se cree que es?», dijo un amigo mío sobre un creyente que conocíamos. Ambos pensábamos que era muy soberbio. Cuánto nos entristecimos al enterarnos de que lo habían descubierto en algunas faltas graves. Lo único que consiguió al engreírse fueron problemas. Comprendimos que a nosotros podría pasarnos lo mismo.


¡Tenemos fruta!

La joven madre suspiraba mientras buscaba qué darle de comer a su hijita de tres años. Al ver la canasta de frutas vacía sobre la mesa, se lamentó «¡Si tan solo tuviera unas frutas, me sentiría rica!». Su hijita la escuchó.

Pañuelos de papel


Mientras estaba sentado en la sala de espera de cirugía, tuve tiempo para pensar. Hacía poco, había estado allí cuando recibimos la desgarradora noticia de que mi único hermano, mucho menor que yo, tenía «muerte cerebral».


La tiranía de la perfección

Al Dr. Goldman lo obsesionaba ser perfecto al tratar a sus pacientes. Sin embargo, en un programa de amplia difusión, admitió que había cometido errores. Reveló que, luego de tratar a una mujer en la sala de primeros auxilios, decidió darle el alta. Más tarde, una enfermera le preguntó: «¿Recuerda a esa paciente que mandó a su casa? Bueno, volvió». La habían vuelto a internar y murió. La situación lo devastó. Se esforzó aun más para ser perfecto, pero aprendió lo inevitable: es imposible ser perfecto.

Héroes decepcionantes


La tendencia actual en muchos países es «reeditar» su historia. Próceres destacados, anteriormente reconocidos y honrados por sus luchas incansables para lograr la independencia de sus pueblos, son ahora reprobados al darse a conocer ciertos aspectos oscuros de sus conductas y prácticas. La buena reputación de muchos ha sido manchada por revelaciones irrefutables. Aun así, no dejan de ser héroes.


Niña cocinera


Una mañana, mientras Lilia se preparaba para ir al trabajo, su hijita de cuatro años también se puso a trabajar. Habían comprado una tostadora circular, y la idea de pasar el pan por el pequeño horno fascinó a la pequeña. Poco después, Lilia descubrió unas 30 tostadas apiladas sobre la mesa. «¡Soy una cocinera excelente!», declaró la niña.


Sabiduría en la web

Si vas a la parte inferior de los sitios de noticias por Internet, encontrarás la sección «Comentarios», donde los lectores pueden poner sus observaciones. Aun las páginas más respetables no escapan a las diatribas, los insultos y las ofensas.

Una sustitución


Julia estaba sentada en el patio de su casa reflexionando sobre una pregunta que la preocupaba: ¿debía escribir un libro? Le había encantado escribir en un blog y hablar en público, pero sentía que Dios le pedía algo más. «Le pregunté al Señor si quería que lo hiciera», comentó.


Caminar lento


Caleb estaba gravemente enfermo. Por una afección del sistema nervioso, el niño padecía una parálisis temporal. Sus padres, ansiosos, oraban y esperaban. Lentamente, su hijo empezó a recuperarse. Al tiempo, cuando los médicos le permitieron asistir a la escuela, Caleb solamente podía caminar con paso lento y vacilante.


De compras con Liam


A mi hijo Liam le encanta recoger florcitas amarillas silvestres para regalarle a su mamá, y ella no se cansa de recibirlas. Lo que para un hombre es una maleza, para un niño es una flor. Un día, fui de compras con él. Mientras pasábamos rápidamente por delante de un lugar con flores, señaló con entusiasmo hacia un adorno con tulipanes amarillos, y exclamó: «Papá, ¡deberías comprarle esas florcitas amarillas a mamá!». Su consejo me hizo reír. También se convirtió en una hermosa foto en la página de Facebook de su madre. (A propósito… compré los tulipanes).